Jürgen Habermas hizo una apuesta teórica sorprendente: fundar la razón en la posibilidad de su autocrítica. Allí donde la mayoría de los críticos contemporáneos de la razón han llevado directamente al pesimismo histórico, Habermas detecta una vez más a la razón, que opera una crítica social, ética y política siempre recomenzada. Pero esta crítica no es el monopolio de la filosofía: en adelante necesita ser el trabajo de cada uno, en tanto que actor social capaz de comunicar y de someter a discusión sus propias razones.
Al filósofo le corresponde entonces la tarea de reconstruir las razones para esperar que se reúnan hoy, las condiciones necesarias para esa discusión. 
Yves Cusset, ex alumno de la ENS , catedrático y doctor en filosofía, actualmente enseña filosofía en la Universidad de Dijon. Es autor de dos obras sobre las formas de la comunicación en el arte contemporáneo: Réflexions sur l´esthetic contemporairne y Le musée entre ironic el communication (Pleins Feux, 2000)